miércoles, 14 de mayo de 2014

Strangers in the night

Cuantos millones de personas deben/debemos nuestra existencia a la música? Cuantas fueron concebidas en una noche de luna llena en un entorno idílico? Cuantas personas se han amado por culpa de Frank Sinatra?
New York. Más de veinte mil personas se agolpaban contra las puertas del teatro Paramount para verle...finalizado el show, el teatro quedó vacío, todos se fueron, pero Sinatra se quedó..para siempre.

Si las guitarras eléctricas desaparecieran esta noche, miles de cantantes se quedarían tirados con sus amplificadores. Frank Sinatra, no.
Frank personalizó un estilo, creó tendencias, algo tan de ''moda'' en estos días, ha permanecido y ha vivido y sufrido más que ningún otro artista acreca de lo que hablan sus canciones. Aunque no era compositor en el término estricto de la palabra y tenía todo un ejército de arreglistas , letristas y compositores, Él paría las canciones. El les daba vida y sólo Él, podía hacer que la voz llegara más allá de donde podían llegar los amplificadores de la época y más allá por supuesto de los surcos de un vinilo.
Él era 

LA VOZ

Ha sido un estraño en la noche y para ser un extraño en la noche de New York, ya ha pagado un gran peaje.
Eso fué lo que le proporcionó a Frank, una gran agudeza sensorial y una inteligencia natural, de la calle, de saber dar y con quién jugar, aún sabiendo que esas cartas están marcadas y tendría que ser muy fuerte si quería ganar esa partida.
Esa vida, envuelta entre tugurios ilegales de juego y apuestas, esas salas exclusivas, donde las cigarreras no sólo te podían vender tabaco y demás excentricidades peligrosas en clubes privados donde había que cantar, darlo todo y hacerte respetar, perfiló al artista y acrecentó su leyenda a cada día que pasaba.
Frank mucho en directo, se crecía con las audiencias exigentes, interactuaba constantemente con el público. Tenía monólogos sobre cualquier tema de conversación que hubiera ya fuera de dominio público o entre mentideros.
No sería la primera vez que se aclaraba la garganta mientras bromeaba con el público.
Mientras cualquier otro cantante aprovechaba las partes orquestales para aclarar la garganta y tomar algo de líquido, El te podía preguntar qué caballo había ganado la carrera és día y contestar: no te preocupes si no lo sabes. te lo diré yo, que estuve allí. Y entonces, tomaba con la mano libre su copa y brindaba contigo.
Todo un Gentleman.
Sinatra ha cantado para casi toda clase de público, no fué un ''one hit wonder''.
Cantó a una ciudad, a un estilo, a una gente y al amor, a aquel amor que nos hace ser unos ''Strangers in the night''.

God bless you, Frankie.

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