domingo, 19 de abril de 2015

AZUL #12









- Por favor, si pueden rellenar estos cuestionarios.
La voz del psicólogo era amable y cordial pero firme, como una barra de acero envuelta en terciopelo.
-¿Qué son? Preguntó Luis.
- Es un protocolo que se sigue cuando un menor ingresa con un determinado cuadro.
Si lo desean pueden negarse a rellenarlo. Pero quiero que sepan que podrá ser tenido en cuenta en una posible denuncia por malos tratos.
- ¿Qué está usted insinuando? Dijo Luis al que las mejillas se le tiñeron con parches rojizos.
Perdónenme pero yo sólo les informo de las posibles consecuencias que pueden tener sus actos. Su hija ha entrado con un cuadro de ceguera producida por algún tipo de shock. El hospital en este momento, lo único que hace es velar por los intereses de la menor y no se descarta ninguna posibilidad.
Laura que estaba sentada al lado de su marido fue la que tomó la palabra.
- Doctor, perdón no recuerdo su nombre.
- Jovellanos.
Laura volvió a comenzar.
-Doctor Jovellanos perdónenos; pero en este momento, estamos un poco nerviosos y cansados. Por su puesto colaboraremos en todo lo que pueda ayudar a nuestra hija. Terminó la frase dejando en el aire la sensación de que no lo había hecho, como cuando hablas y olvidas eso que estás a punto de decir; lo que produjo un silencio incomodo y una mirada curiosa del doctor que le preguntaba ¿tiene algo más qué decir? Claro que tenía algo más que decir. Que su hija acusaba a un amigo imaginario de haberla castigado a no ver. Pero sintió un miedo atroz. Y si era verdad, y si al decir al médico que su hija tenía un...algo en la cabeza que le hacía daño. Y si por decirlo lo enfadaba más y la "castigaba" otra vez. Decidió callar. Todo era tan extraño .Tenía que hacer algo, pero el miedo no la dejaba pensar con claridad.

Rellenaron los cuestionarios que fueron a engrosar el historial clínico de Paula que quedaría archivado junto con otros miles. El diagnostico final: afectación aguda de la zona peristriatica del lóbulo occipital del encéfalo, de origen desconocido, con pérdida temporal de visión. Se valora posible causa psicosomática. Tratamiento reposo físico y emocional y seguimiento neuropsicológico. La niña fue dada de alta bien entrada la noche.

- Bueno, Paula menudo susto nos hemos llevado ¿Verdad? Adiós y que traigan muchas cosas los reyes.
Se despedía el doctor Jovellanos. Paula iba de la mano de su madre, con cara de sueño y parecía haber olvidado el motivo de su visita al hospital.
Este episodio no tiene por que repetirse, pero no cabe duda que su hija está o ha estado sometida a algún tipo de situación estresante que ha desencadenado esta sintomatología. Les aconsejo, que no bajen la guardia y que el caso de su hija sea estudiado por un especialista, como hemos aconsejado en el informe. Lamentamos no poder hacer nada más. Esto es un servicio de urgencias médicas. Nuestro servicio de psicología está orientado a paliar efectos traumáticos en caso, de por ejemplo accidentes y no puedo llegar más allá con Paula.
El doctor continuó hablando, miraban a los padres indistintamente; sin embargo ahora se centro directamente en Laura. Un escalofrío le recorrió el espinazo.- (Sabe que oculto algo, lo sabe).
Pero, y esto se lo digo desde mi mas estricto punto de vista personal y profesional; no pierdan de vista este episodio, puede ser un mecanismo de alarma que esconda algo más.
- Muchas gracias doctor. Le agradecemos mucho, todo lo que han hecho y seguiremos sus consejos y tenga feliz año. Concluyó Luis estrechado la mano del doctor.
 Su mujer también lo hizo. La mano del psicólogo envolvió la suya con fuerza y sus ojos se clavaron en ella con la misma firmeza de la despedida.
 Los tres volvieron a atravesar las puertas de urgencias, pero esta vez en sentido contrario. Las hojas dobles de cristal se abrieron con un suspiro de alivio. Fuera el frío les golpeó en la cara y les despabiló. Sus alientos se enfriaron rápidamente, convirtiéndoles en bestias de hocicos humeantes. Aunque en realidad el único monstruo que allí había no respiraba, ni expulsaba fumarolas de vapor por las fosas nasales. El único monstruo que allí había estaba dentro de Paula, acomodado y aún degustando su banquete navideño. Ella

Continuará..






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