domingo, 28 de febrero de 2016

AZUL #28











El A6 avanzó sobre el camino de graba crujiendo bajo los neumáticos, hasta detenerse frente a la verja oxidada. Los barrotes le cerraron el paso igual que una falange macedonia, alzándose ante él con sus puntas de hierro amenazantes. Detrás de ellas el edificio se resguardaba en el negro de la noche. No se veía ninguna luz encendida, ni si quiera un farol exterior; nada, sólo los faros del coche permitían intuir que el Buen Pastor estaba más allá de la verja.

-Algo no cuadraba, ¿qué clínica, permanece en ese estado por la noche? Cada vez era más evidente que ni era una clínica, ni residencia, ni nada que se le pareciera ¡Mierda! Se dijo Luis a la vez que se masajeaba el cuello dolorido, que le volvía a morder. Bajó del coche arrebujado en el abrigo y llamó al portero automático. Nada... Insistió un par de veces más, pero nadie atendió su llamada. O no había nadie, lo que parecía, o simplemente no querían abrirle. Pensó, y el suelo de chinos por pura frustración, haciendo que saltaran, algunos golpearon los barrotes arrancándoles notas metálicas. ¿Qué iba a hacer, darse la vuelta, esperar y volver cuando se hiciera de día? ¡Un momento!, pensó. Quizás estaba ante una oportunidad, una oportunidad de averiguar la verdad. La verdad de lo que les estaban haciendo, la verdad de lo que le estaba pasando a Paula. Volvió al coche, deshizo el camino por la pista adentrándose de nuevo en el bosquecillo. Lo ocultaría y buscaría la forma de entrar. A medida que lo pensaba, le parecía increíble solo el hecho de estar planeando una incursión furtiva, por eso dejó de hacerlo. Se lo debía a su familia, a su hija, no podía fallarles.

Después de varios cientos de metros, se echó a un lado, internándose entre los cedros, con cuidado de no meter las ruedas en un socavón o rozar los bajos con alguna piedra. Sacó del maletero el gato y una linterna, dirigiéndose de nuevo al Buen Pastor. No usó la pista, así que dio un rodeo por entre los árboles. La verja era demasiado alta para intentar saltarla, además sinceramente no se creía capaz de conseguirlo. Su plan era utilizar el gato para separar lo suficiente los barrotes y colarse entre ellos. El plan terminaba allí, una vez dentro, si lograba pasar claro....ya se vería. No se dio la opción de pensar a más allá, o terminaría dándose la vuelta.

- El pasado no se podía cambiar y el futuro sólo es una hipótesis. Lo único que cuenta es el presente. ¡Tú puedes hacerlo! O algo así. Se repetía para si. Era una cita de motivación, que aprendió en un curso de ventas. Cualquier cosa serviría, para infundirse el valor del que escaseaba.

El ulular del viento entre las copas de los arboles era lo único que interrumpía el silencio sepulcral, eso y el crujir del suelo del bosque bajo sus mocasines italianos. Luis apenas veía por donde pisaba, así, sus pasos eran prudentes y cortos, por lo que cubrir el escaso kilómetro que lo separaba del enrejado se le estaba antojando mucho más distante. Desestimó encender la linterna, no sabía en qué estado se encontrarían las baterías y concluyó que economizarlas sería lo mejor.

De súbito una criatura del bosque correteó por entre la hojarasca muerta, unos metros más adelante del hombre. Luis respingó asustado y tropezó con una raíz, que lo hizo caer de bruces contra el suelo helado. No tuvo tiempo de poner adecuadamente las manos, para amortiguar la caída, ya que las tenía ocupadas. Ahora los reflejos felinos de los que había hecho gala en la carretera, le habían abandonado. Instintivamente al alargar los brazos, el gato se le escapó de los dedos, quedando entre su cuerpo y el suelo. Uno de sus bordes le golpeo en el mentón igual que si fuera un directo a la mandíbula. Entonces la fría noche de luna nueva penetró en su interior y todo se fue a negro.

Caminaba por un pasillo estrecho. Unas paredes blancas le flanqueaban, alzándose infinitamente a una altura tal que Luis no alcanzaba a ver el techo, si lo había. Tampoco se adivinaba el final a dónde conducía y ni el comienzo que debía estar el algún punto distante a su espalda, o a lo mejor no, a lo mejor no había comienzo o no había fin, o a lo mejor no existían ninguno de los dos. Él era lo único cierto, él y su caminar. Caminaba por un suelo blanco que parecía del mismo material de las paredes, algo parecido al pvc. El pasillo era ortogonalmente una línea recta, ni una sola curva o giro, ni subía, ni descendía. Ni una junta, ni un empalme, todo liso y continuo; eterno. No sabía cuánto tiempo llevaba caminado o si en ese espacio el tiempo tenía sentido. ¿Por qué caminaba, si no conocía el destino? ¿Por qué no detenerse o invertir el sentido? Pero ¿qué motivos tendría para no seguir caminando? ¿Por qué no seguir? , ¿Qué sentido tenía hacerse esas preguntas? ¿Quién era el para alterar el orden? ...... ¿Quién era...él? ¿Quién...era...él?

El sonido penetró en los oídos agudo. Las paredes se agrietaron como si fueran los muros de una Jericó. Y grandes trozos comenzaron a desprenderse cayendo con estrepito al suelo. Uno impacto junto a Luis haciendo un gran roto en suelo blanco perfecto. El cascote lo travesó y siguió su camino descendente, pudo ver como bajo el piso no había ningún cimiento que lo sustentara, sólo una nada vacía y vacua. Más trozos cayeron haciendo cráteres cada vez más grandes, Luis intentaba esquivarlos con cuidado de no ser aplastado por uno de ellos y de no acompañarlos por los agujeros que dejaban. La estructura seguía desmoronándose con el pitido como fondo. Otro pedazo golpeó el suelo, combándolo, convirtiendo su huella, en la guarida de una hormiga león gigantesca, por la que el indefenso hombre no pudo hacer otra cosa que rodar hasta caer por el al vacío infinito.

Sintió frío y el olor a la humedad pútrida del humus. ¿Dónde estaba? En la boca notó un regusto a monedas y el rechinar de los dientes al masticar tierra. Y ¿qué era ese pitido? Mientras se incorporaba lo recordó. Estaba en el bosque caminando hacia el Buen Pastor, para intentar colarse y el pitido era su móvil que sonaba insistentemente. Lo buscó y miró la pantalla. En ella, el dibujo de un teléfono verde temblaba, debajo, en grandes letras brillantes se podía leer LAURA.



Sólo necesitó escuchar los sollozos para saber que algo malo le pasaba a Paula, algo muy malo.

Prácticamente se tiró del coche cuando llegó al hospital por la entrada de urgencias, reservadas a las ambulancias. Dejó las llaves puestas, el motor encendido y corrió. Entró en la recepción como un brazo de mar. De hecho el vigilante de seguridad, instintivamente llevó la mano a la porra que le colgaba del lado izquierdo de la cintura.

- ¿Dónde está Paula, qué le pasa? Gritó, abalanzándose sobre el mostrador de admisión.

Las dos enfermeras que estaban absortas en un monitor, no lo vieron venir y se sobresaltaron. La mayor, de no más de 45 años, primero le miró por encima de la montura de unas gafas de pasta rosa chicle, mientras con el rabillo del ojo localizaba al guardia, luego habló.

- Señor, por favor tranquilícese, no le hemos entendido y si no lo hacemos, no podremos ayudarle. Además le recuerdo que está usted en un centro sanitario, así que por favor, le pido que baje el tono.

Luis escuchó a la mujer con claridad pero el concepto Paula, con todo su significado, como si fueran granos de arena, se le había introducido en los engranajes de su motor metal, lo volvió a repetir.

- ¿Dónde está Paula, qué le pasa?

El ojo clínico de la enfermera detectó que el hombre estaba en un estado de shock. Con naturalidad pulsó un botón bajo la mesa y en un instante un enfermero y un celador irrumpieron en la recepción, Luis volvió gritar otra vez la misma pregunta, ajeno a todo lo que le rodeaba. Los dos sanitarios se acercaron con precaución. Desde el otro lado el vigilante también comenzó a acercarse. La enfermera de monturas rosas le hizo un gesto para que no interviniera, de momento.

- Señor, ¿se encuentra bien? , preguntó el enfermero. Luis le miró como si fueran un espectro del más.

- allá.

-¡No me toquéis! , ¡¿Dónde está Paula?! ¡¿Qué le habéis hecho?!

El alboroto hizo que algunas personas que se hallaban en la sala de espera contigua se asomaran a curiosear. El enfermero retrocedió alzando las manos.

-Señor, no le vamos a tocar, tranquilícese.

El vigilante resolvió que al final iba a tener que intervenir.

En el otro extremo de la sala, las puertas que comunicaban con los box de observación se abrieron, por ellas, salió una mujer aún joven y guapa, aunque la preocupación y el miedo la habían hecho envejecer 15 años de golpe. Traía una bolsa con las ropas de su hija enferma, con un pañuelo de papel enjugaba las lágrimas de su rostro. Cuando Luis la vio corrió hacia ella, zafándose del guardia que intentaba sujetarle.

Ambos se fundieron en un abrazo desesperado. Laura lloraba balbuceando palabras incompresibles entre hipidos y lloros. Luis no tardó en acompañarla. Así unidos por la amalgama del dolor, permanecieron, buscando el mínimo consuelo del contacto físico, antes de que sus almas derrumbadas se fueran por el sumidero de la locura.

Los siguientes días fueron un borrón en las vidas de Luis y Laura, su mundo se redujo a los escasos metros de la habitación del hospital. Mientras Paula seguía en un estado comatoso. Los médicos intentaban explicarlo dando rodeos y retorciendo conceptos técnicos, que ocultaban que en realidad no tenían la más remota idea de lo que le pasaba a la niña.

Resolvieron denominarlo, reacción autoinmune atópica. En otras palabras, el organismo de Paula se autodestruía.

Cuando ingresó, pensaron que había llegado el final. Paula se debatía entre terribles dolores de cabeza que los calmantes apenas conseguían apaciguar. El cuadro de cefaleas aumentó exponencialmente, producido por una inflamación de las meninges que presionaron el encéfalo, como si fuera una esponja rezumante de sangre que manaba por los oídos y la nariz. El equipo médico estaba dispuesto a una intervención desesperada de urgencia. Cuando afortunadamente la meningitis remitió tan repentinamente como apareció, siendo reemplazada por el estado vegetativo en el que la niña había comenzado el nuevo año. Según los escáneres, milagrosamente no se apreciaban lesiones, aunque los facultativos no descartaban la posibilidad de daño, pero no podrían ser valorados hasta que la niña saliera del coma...Si salía. De esa posibilidad no se hablaba abiertamente; los galenos evitaban hacer pronósticos o simplemente recurrían a la muletilla "aún es pronto" o a las de “necesitamos más datos”, cuando en realidad pensaban; en que el cerebro de la niña era muy improbable que remontara la situación.

El coma es un estado en el que la actividad cerebral queda reducida a mínimos, pero no quiere decir, que el cuerpo esté muerto. Desafortunadamente para Paula su cuerpo no lo estaba, si no que seguía luchando, aparentemente contra él mismo.

Poco a poco el cuerpo se llenó de pústulas negruzcas que se expresaban con mayor virulencia alrededor de los ganglios linfáticos, como en las ingles o las axilas. Con las bubas también apareció la fiebre que llegó a picos de 42° y casi nunca bajaba de los 38° a pesar de la medicación. El cuerpecito de la niña luchaba con todas sus energías, pero los efectos comenzaron a darle más el aspecto de un cadáver, no ya tanto por las pústulas, sino por la pérdida de peso que le provocaba una delgadez extrema, que encogía el corazón sólo con mirarla.

Durante uno de esos pequeños lapsos de tiempo donde el dolor, la preocupación y el miedo dejaban a Luis un resquicio, para simplemente no perder el sentido de la realidad, sujetó a Laura por un brazo y la miró a los ojos, donde el color azul claro se había diluido hasta el celeste de tanto llorar.

-Laura, no sé cómo hemos podido llegar a esto. Jamás imaginé que podría afectar a Paula.

Las lágrimas se asomaron a la mirada del hombre, que intentó esconderlas en el pecho de su esposa.

- Lo siento, mi amor, lo siento tanto que no sé qué hacer, sólo tengo ganas de morir. ¡Ojalá pudiera cambiarme por Paula!

Su mujer lo rechazó con fría indiferencia. Sí, comprendía a Luis y realmente le creía, pero la que yacía en la cama luchando a vida o muerte era su hija y ante eso su corazón era un bunker nuclear. Habían llorado juntos y seguirán luchando juntos como padres, pero sólo eso, nada más, fuera cual fuera el resultado final. Luis no era nada. Ahora mismo sólo era una alianza de conveniencia por el bien de la niña. De hecho, si pudiera devolverle la salud estrangulándolo no dudaría un segundo.

- Hay algo que tengo que decirte, ya sé que pensaras que es una locura. Pero si puede ayudar a la niña...dijo gimoteando mientras se restregaba el reverso de las manos temblorosas, enjugándose las lágrimas que no podía contener.

Comenzó el relato, ahora que había logrado la atención de su mujer. Primero narró el viaje para realizar su "encargo”, con todas sus incidencias. Luego le habló de su encuentro con la prostituta en aquel burdel, pero sobretodo hizo hincapié en lo referente a que en sus sueños debía usar el espejo.

- Laura, Laura mi amor, no sé qué está pasando, ni en dónde os he metido. Lo único de que sé, es que tengo miedo, mucho miedo. Pero sobretodo tengo miedo por lo que le pueda pasar a Paula.

La tez de Laura pasó del blanco lechoso al gris mortecino según el relato avanzaba. Cuando acabó se quedó callada, mirando a un punto en el infinito, más allá de la pared. Luis esperó su reacción, pero, ésta no llegaba. Laura permanecía en la inopia.

- Laura, cariño. ¿Estás bien?, ¿Laura?..¿Laura? Por favor di algo... Luis le tomó una mano y el zarandeo mientras la seguía llamando ¿¡Laura, Laura!? Responde, me estás asustando.

La mujer volvió en si

- No puede ser... No puede ser. Yo he visto ese espejo, yo he visto el Espejo...

La mujer se acercó a la mampara que la separaba de la cama de su hija y se quedó mirándola mientras repetía; “el espejo...el espejo”. Unos de los aparatos que monitorizaban las constantes vitales de Paula comenzaron a emitir una señal de alerta. El sonido apenas audible a través del cristal, lo acompañó una luz roja que brillaba en el panel de control. Al instante otro aparato también comenzó a emitir señales y así todas las máquinas que se conectaban con la niña, siguieron sumándose con sus luces parpadeantes y pitidos. Algo no iba bien. Luis corrió al pasillo buscando a algún médico. Cuando se asomó vio aliviado que el doctor de guardia seguido de una enfermera se aproximaba a toda prisa. Volvió a entrar en la habitación, Laura seguía mirando por la mampara con una expresión que jamás le había visto. Tenía el terror dibujado en la cara. No pasó un segundo cuando comprendió el porqué del terror de su mujer. Los pitidos de las maquinas se habían solapado unos a otros, combinándose hasta formar una melodía y el había oído esa melodía antes. Era parte de la banda sonora de una película antigua. Una película donde una niña era transportada a algún lugar, más allá del arco iris. Justo cuando el personal médico accedió a la zona de aislamiento, los pitidos se descompasaron, perdiendo la estructura de melodía, pasando a ser, un caos sónico de pitidos de monitores médicos. Algunos fueron desapareciendo hasta extinguiese junto con sus luces, otros bajaron de intensidad. Fuera lo que fuera la crisis había pasado, la niña volvía a estar estable.

Luis y Laura se miraron y cada uno pudo ver el horror propio reflejado en la cara del otro. Ellos lo habían oído, ellos habían oído cómo las máquinas se habían asociado para ofrecerles el "SomewhereOverTheRainbow"

Continuará…

 

jueves, 25 de febrero de 2016

La bella Anneke y la Orquesta Impronunciable

Elegante, bella, distinguida, radiante, emocional, sensitiva.....me falta vocabulario para describir la hermosura que acompaña en cuerpo y alma la voz de Anneke van Giersbergen, que una vez más me hace caer rendido a sus pies y agradecer a lo más divino dejarme vivir para poder deleitarme con maravillas como las que presenta en forma de nuevo disco con La Orquesta Impronunciable.


Bueno, lo voy a escribir sólo ésta vez, la orquesta tiene el bonito nombre de: Árstib'ir Verloren Verleden.

Casi hecho la mañana para escribir el nombrecito, así que les llamaré La Orquesta Impronunciable, de origen Islandés a la que se les ha unido la hermosa Anneke a la voz, poniendo la genuína guinda al delicioso pastel auditivo, sensitivo y emocional dando como fruto esta delicatessen acústica que conforma el disco, el cual contiene diez obras de música clásica y canciones populares que interpretan de manera majestuosa este cuarteto de cámara.


Esta holandesa (que fuera voz principal y letrista en The Gathering) tiene un ámgel en la voz, un trinar limpio y puro, delicado como el más valioso terciopelo y no es casualidad esto, sino el producto de un trabajo de formación que comenzó a los doce años cuando se unió al coro de la escuela donde estudiaba.
Allí no sólo recibió formación clásica, tambien pudo empaparse de los artistas que le gustaban como eran Prince o Ella Fitzgerald


El disco contiene canciones de corte más tradicional como ''Londonderry air (Danny boy) del que en su día el añorado Gary Moore nos dejó su propia versión.

Otra pieza muy conocida tambien es ''Pavane'' de Ravel, pero mi favorita de todas en este disco es ''Russian Lullaby''.

Aquí la podemos disfrutar en directo en un programa de TV. en formato trío:


Dicen de Anneke que posee la sonrisa más dulce, tierna y sensual de todas las cantantes del mundillo del Heavy Metal y alabo la descripción del que lo hiciera. Lo suscribo totalmente.

Tras salir de manera amigable de la que fué su banda (The Gathering) en 2007, Anneke se dedicó a dar rienda suelta a todas sus inquietudes musicales, colaboró con bandas roqueras como Lawn, Ayreon, Napalm Death o Devin Townsend y creó proyectos musicales como Acqua de Annike y recientemente se reunió con su antigua banda para grabar un DVD con motivo del 30 aniversario de su creación.

El disco que nos presenta junto a la Orquesta Impronunciable es un compendio de buen gusto de principio a fín. Canciones en su justa duración (otros que piensan como yo, aleluya!!), elegancia en movimiento herziano, música de cámara complemento ideal para momentos muy especiales.

No es un disco para escuchar mientras destripas el pollo en la cocina, sino más bien, para disfrutar de él después de cenar...

Otra gran muestra más de la versatilidad que esconde y nos regala con cuenta-gotas una de las mejores voces del panorama roquero actual y una de las mujeres más bellas y hermosas con las que no sólo te puedes deleitar el oído. Tambien la vista es muy agradecida.


Nació un 8 de Marzo de 1973, su cumpleaños está muy cerca, así que aprovecho para desearle desde aquí la mayor felicidad posible, decirle que es como el buen vino y que siga haciéndonos vibrar las orejas con su mágica voz.

Besos, guapa!!






Mantengo humildes mis orejas.

lunes, 22 de febrero de 2016

Dystopia, consecuencias de un pelirojo insoportable.

Porque esto es lo que ha sido todos estos años atrás Dave Mustaine, líder y fundador de Megadeth. Desde su ''marcha'' de Metallica, Dave creó la que para mí es una de las bandas punteras del Thrash Metal, Megadeth.

Le sentó bien empezar de nuevo, a pesar de la ira que le provocó su despido, acentuado en un viaje de vuelta a casa que duró 48 horas, allá sobre 1984.

De educación judaica y convertido a los testigos de Jehová, se reconvirtió al crsitianismo ''cuando todo mi mundo conocido hasta hoy se derrumbó'', comentó en cierta ocasión.

Y ahora lo tenemos de nuevo por aquí a este cincuentón mal encarado, de carácter irascible, pero igual que el Dr. House, de honestidad brutal y presentando nuevo disco: ''Dystopia'', dieciséis discos después desde 1985.

Esta ''honestidad'' que acapara Dave no es algo que deje indiferente al oyente. Su voz no es algo meloso como pueda ser la voz de un cantante de baladas, ni eso ha querido él nunca para su música, que como siempre, está muy por encima de sus registros, sin menoscabo del poderío que contiene la garganta de este cincuentón que se muestra en plena forma, con el mismo tipo, pelos y fealdad de rostro.


El disco empieza inquietante. con una breve intro que desemboca en bronca. Así, sin anestesia, puro Megadeth cañero, directo y desagradable. Como debe ser.

La segunda canción es Dystopia, del mismo nombre del disco y contiene unos riffs de guitarra por los que mataría cualquier guitarrista del género. Un temazo en mi opinión. Perfecto, con un buen estribillo y redondo en concepto y resultado.


No me canso de oirla, es genial, un trallazo como una patada en la oreja, pero de las que quieres recibir muchas veces.

Este disco tiene la particularidad (maravillosa para mí) de contar en las guitarras con el más que admirado por mí, Kiko Loureiro, guitarrista de Angra, del que ya os hablé aquí en cierta ocasión sobre ''Holy Land'', uno de los discos que más me hangustado en mi vida, en parte gracias al buen gusto y la elegancia que desprende la guitarra de Mr. Loureiro.

Este apellido lo voy a escribir poco porque me resulta muy complicao. Mejor le digo Kiko, que me gusta más.

Hay quien opina que este disco es lo mejor que han editado desde ''System Has Failled'' de 2004, otros aventuran que desde ''Youthanasia'' en 1994 y yo voy un poco más lejos, a ''Rust in Peace'' de 1990 donde se encuentra una gema musical (bajo mi punto de vista, claro), la canción es ''Hangar 18'' donde se divaga sobre el famoso extraterrestre que se estrelló con su nave y lo guarda con celo el gobierno americano según dicen..

''Death for Within'' es un tema heavy, muy heavy, de riffs y ritmos pesados, quizá lo más heavy del disco por su contundencia, es como una apisonadora: lenta en comparación a la anterior, pero aplastante y machacona.

''Bullet to the Brain'' empieza con unas bellas guitarras acústicas y redobles de caja como en un desfile militar, dando paso a un tema Megadeth de los de siempre, riffs asesinos, cambios de tono y de acentuación del tempo, con esa sensación de desequilibrio controlado que tanto me gustan.

''Post American World'' contiene un riff de inicio muy marca de la casa, aunque a ratos me recuerda al legado que dejó en Metallica. Esos arreglos de guitarra haciendo palm-mute siempre le saldrán mejor que a Kirk Hammet.

''Poisonous Shadows'' contiene un extra agresivo en forma de doble bombo a la batería, unos buenos coros evocadores de paisajes orientales y música con reminiscencias a la misma región. Aquí ya empieza a destaparse Kiko con arreglos armónicos en consonancia con el tratamiento de la canción. Al final del tema. queda sonando un piano de cola melancólico muy adecuado. Gran acierto.

''Conquer or Die'' comienza con una guitarra acústica al más puro estilo Randy Rhoads en ''Diary of a Madman'' desembocando en los ya conocidos riffs muteados de Dave y Kiko dejando claro por qué para mí es uno de los mejores guitarristas metálicos: limpieza de ejecución, velocidad, técnica depurada, buen gusto y un sonido muy definible.

''Lying in State'' es puro Trash madurado, pero conservando el sello Mustaine, recitando con los dientes apretados, un K.O. técnico si te pilla con la defensa baja. Trallazo a toda velocidad, buena ejecución de los músicos con resultado final abrumador.

''The Emperor'' tiene ese deje casi Punk tan asociado al género, pero del que se desmarcaron estas bandas hace ya décadas. Lo Punk no debe ser identificado sólo en lo musical, aquí no hay ya nada de esto, pero sí en la actitud a la hora de escupir puntos de vista en las letras de la canciones. Eso no se ha perdido y es de agradecer.

''Foreign Policy'' es la última canción del disco. Furibunda, veloz y resumen de un larga duración que se presumía complicado tras la salida de dos miembros de la banda, pero los resultados están por encima de las espectativas.


Quizá no merezcan una matrícula de honor por el disco, ni falta que les hace. Esta banda lleva décadas consagrada, gozan de buena salud y su reputación en directo es más que solvente, obviando ciertos pecadillos de juventud que ya quedaron atrás hace tiempo, pero, quién no los ha tenido? El que esté libre de pecado..


A destacar de Dystopia: el tratamiento de las guitarras, sonando tanto las de Dave como las de Kiko tremendas, sin puntos flojos, no dan respiro a lo largo de todo el disco.
El art-work del disco, con una portada sencilla, alusiva a los tiempos que corren y unas buenas fotografías de acompañamiento.
La ''frescura'' de ideas, renovadas en concepto, la calidad de sonido en general, todo muy bien compactado, medido y ejecutado. No hay puntos débiles, todos los músicos cumplen a la perfección sus cometidos. No hay que olvidar que aquí el líder es Dave, el capitán del barco y la mente pensante, pero no por eso el resto de músicos se limitan a cumplir. El Rock no funciona así, o te vuelcas en él o no suena.
Y por último, han hecho algo que llevo clamando desde hace tiempo: el disco dura justo lo que debe durar. 11 canciones con una media de duración de cuatro minutos. No es necesario alargar más las cosas cuando en tres minutos está todo dicho, ni hay por qué grabar cuarenta canciones si con una docena hay más que suficiente.

Espero y deseo que sus coetáneos y demás bandas posteriores tomen nota de lo que debe ser un disco de estas características.







Mantengo humildes mis orejas.

domingo, 21 de febrero de 2016

Hojaldres sobre el paisaje que me gusta



Entre ésta cocinera (Coquito) y el músico hemos decidido volver a traer aquí las riquezas del norte. Siendo nosotros de la ''otra punta'' del mapa, es curiosa la atracción que nos despierta esa tierra tan bella, tan salvaje, con gastronomía atractiva (esto lo digo yo) y música tan vitalista (y esto lo dice el músico)

Y como esta dualidad parece que tiene chispa, vamos a repetir la fórmula, pero esta vez con una receta diferente, algo que al músico lo tiene empanado.

Dicen que ''al que cuece y amasa, de todo le pasa''. El otro día andaba yo con unas prisas, que a la bechamel le puse canela en vez de nuez moscada, Esto viene a cuento porque aunque la preparación sea sencilla como en éste caso, no debemos descuidar nunca la atención sobre lo que estamos haciendo en la cocina. Y no sólo lo agradecerá el paladar..



Empanada de hojaldre con atún:


-Ingredientes.

-1 rollo de masa de hojaldre
-150gr. de atún en aceite
-80gr. de cebolla
-80gr. de pimiento verde
-80gr. de pimiento rojo
-80gr. de tomate picado y sin piel
-1 huevo cocido
-1 huevo batido
-2 cucharadas de aceite
-sal (muy poca)

-Preparación:

Antes de nada, no piquéis la verdura muy pequeña y si no tenéis báscula, cortáis la mitad de cada pieza si estas son grandes.

-Ponemos una sartén con el aceite al fuego y pochamos la cebolla.
-Incorporamos el pimiento verde, luego el rojo y cuando esté refrito, el tomate.
-Cuando esté hecho, agregamos el atún desmigado y le damos una vuelta con todo, sólo para que se temple.
-Apartamos todo en un bol y agregamos el huevo cocido troceado.
-Una vez tibio el relleno, extendemos la masa y la cortamos en dos partes simétricas. Una de ellas la extendemos en la bandeja del horno y la pinchamos con un tenedor varias veces porque la masa tiende a subir.
-Hecho esto, ponemos el relleno sobre la masa, lo extendemos bien y pintamos los bordes con huevo batido.
-Sobre esto, ponemos  la otra media lámina de hojaldre, sellamos bien los bordes con un tenedor, lo pinchamos varias veces por arriba y pintamos con huevo batido. Yo ''señalo'' las porciones con un cuchillo, para que una vez hecha, al cortarla no se desmorone.
-Metemos al horno (precalentado) a 180º durante 25/30 minutos.
-Se puede comer templada o fría.



Cocinera de ustedes, Coquito.




sábado, 13 de febrero de 2016

No es un pecado el amor


No es una canción al azar, es una canción motivo de estudio científico en su día para demostrar que la sensualidad y la música Soul son el binomio perfecto para gozar del amor.

14 de febrero, lamentablemente, una fecha muy comercial, como si el resto del año estuviera prohibido hacerlo...

Pero aquí es el pretexto perfecto para hablar del amor, ese amor que dá la vuelta al mundo movido por sí mismo, porque el amor debería ser lo único que moviera a las personas. Las mejores obras se hacen por amor.

Llevaba muchos días pensando en cómo enfocar esto, cómo le iba a dar forma. Sobretodo no quería ser empalagoso, pero tampoco vulgar y mucho menos, grosero. Ese estilo no es para éste blog.
Tampoco quería hablar de experiencias personales, eso sí sería una grosería y una impertinencia por mi parte.

 El amor es tan grande y tan eterno, que nadie necesita explicártelo, lo sientes y sabes lo que es desde que naces hasta que mueres, aunque no seas correspondido. Es algo que llevas implícito desde el vientre materno y te va a acompañar todos los días de tu vida, aunque pienses en algún momento que no sientes nada.

Y perdido en estas divagaciones, me puse a recordar, busqué y encontre un viejo relato en forma de fábula. Algo tan especial y tan bonito, que sabedor de que lo habréis visto tod@s en algún momento de vuestras vidas, no me quiero quedar con las ganas de compartirlo aquí, porque muestra mejor que cualquier otra cosa que conozca, el que debería ser únicamente el único motivo por el que estamos aquí.

''Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el Aburrimiento había bostezado por tercera vez, la Locura, como siempre tan loca, les propuso: Jugamos al escondite?
La Intriga levantó la ceja intrigada y la Curiosidad, sin poder contenerse, preguntó:
-el escondite? y cómo es eso?
Es un juego-explicó la locura-en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno a un millón mientras los demás se esconden y cuando yo haya terminado de contar, debo ir encontrándolos a todos.

El Entusiasmo bailaba secundado por la Euforia. La Alegría dió tantos saltos que terminó por convencer a la Duda, e incluso a la Apatía, a la que la diversión nunca interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. La Verdad prefirió no esconderse, para qué? si al final siempre la hallaban.

La Soberbia opinó que era un juego muy tonto (en el fondo, lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido suya), y la Cobardía prefirió no arriesgarse...

-1, 2, 3...comenzó a contar la Locura
La primera en sconderse fué la Pereza que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La Fé subió al cielo y la Envidia se escondió tras la sombra del Triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.

La Generosidad casi no alcanzaba a esconderse; cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: un lago cristalino, ideal para la Belleza; el bajo de un árbol, perfecto para la Timidez; el vuelo de la mariposa, lo mejor para la Voluptuosidad; una ráfaga de viento, magnífico para la Libertad. Así que terminó por ocultarse en un rayito de sol.

El Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo...pero sólo para él.
La Mentira se escondió en el fondo de los océanos ¡¡mentira!! en realidad se escondió detrás del arco iris y la Pasión y el Deseo en el centro de los volcanes.

El Olvido.......¡se me olvidó dónde se escondió!

Cuando la Locura contaba 999.999, el Amor todavía no había encontrado un sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un rosal y enternecido, decidió esconderse entre sus flores.
¡Un millón!-contó la Locura y comenzó a buscar.

La primera en aparecer fué la Pereza, sólo a tres pasos de la piedra. Después se escuchó a la Fé discutiendo con Dios en el cielo sobre teología. Y a la Pasión y al Deseo los sintió en el vibrar de los volcanes.
En un descuido encontró a la Envidia y claro, pudo deducir dónde estaba el Triunfo.

Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo; él solito salió disparado de su escondite, que había resultado un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago, descubrió a la Belleza. Y con la Duda resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de qué lado del lago esconderse. Así fué encontrando a todos: el Talento entre la hierba fresca, la Angustia en una oscura cueva, la Mentira detrás del arco iris y hasta el Olvido, al que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite.

Pero sólo el Amor no aparecía por ningún sitio. La Locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyo del planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal y las rosas...  y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó.

Las espinas habían herido en los ojos al Amor. La Locura no sabía qué hacer para disculparse; lloró, rogó, imploró y finalmente le prometió ser su lazarillo. Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra.....
EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA''.



Azul #27









Orgaz se incorporó dejando el resto de los documentos a medio recoger, aún por el suelo. Avanzó hasta el sillón de polipiel negra y se dejó caer, todavía con la carpeta en la mano. ¡Cómo pasaba el tiempo! Aún se sorprendía de su ingenuidad, tenía delante una fuente de conocimiento empírico, con la que jamás hubo soñado y pensó que no valía nada, que sólo eran paranoias fanáticas y que no le ayudarían en su trabajo. Afortunadamente estaba el señor Ulf; él conocía muy bien el potencial de lo que había en esa carpeta. Volvió a releer su encabezamiento y recordando la primera vez que lo hizo.
" Studiengesellschaft für Geistesurgeschichte‚ Deutsches Ahnenerbe".
Podría haber estado en chino; para él hubiera sido lo mismo, pues no sabía alemán. Lo único que si identifico, fue el emblema que lucía en la portada. En muchas culturas había sido conocido como señal de buena suerte, pero la acepción más reciente y extendida de la esvástica, era la que la relacionaba con el nazismo. Sin darse cuenta volvió a retrotraerse en el tiempo y se vio otra vez en la residencia de lujo, en el apartamento de su mentor, del señor Ulf Hrubesch o como comenzó a llamarle desde ese día Set. - Buenos días de nuevo Doctor, espero que haya encontrado estimulante su visita al banco. Saludó con una sonrisa en la cara de cuero blanquecino y arrugado. El viejo seguía sentado en el sillón rodeado de penumbras exactamente igual que cuando lo dejó un par de horas atrás. Creyó ver unos pequeños destellos azules, en los cristales oscuros de sus gafas, posiblemente el reflejo de la luz, que entró desde afuera, al penetrar en aquel ambiente lúgubre. Si había visto un montón de oro y unos documentos nazis, de hacía más de cincuenta años. ¿Pero clase de conocimiento podían aportarle?; ¿cuál era ese saber, que le había prometido? Las preguntas le bullían en la cabeza, la incertidumbre le torturaba.
- La verdad, no sé qué decir, estoy un poco desconcertado, señor Hrubesch.
- Naturalmente, naturalmente mi querido doctor. Si me permite, déjeme que le cuente algo, que le ayudara a ponerse en situación y a comprender mejor la magnífica oportunidad que le estoy brindando. Pero por favor, tome asiento.
El doctor lo hizo nuevamente, en el sofá junto al sillón orejero dispuesto a escuchar.
- Bueno, bueno, pues empecemos:
Como sabe, en la década de los treinta del siglo pasado, mi país natal, se vio envuelto en una serie de cambios políticos y sociales que terminarían llevando a la nación alemana a embarcarse en una nueva y cruenta guerra, como jamás se había visto en el mundo. Una de sus justificaciones, entre otras muchas, fue la reivindicación sobre unos territorios, que la gran Alemania, caudilla de la raza aria reclamaba de su natural propiedad. Yo por aquel entonces era un muchacho ,que como muchos jóvenes, primero milité en las juventudes del partido nazi y luego pasé al ejército regular de la Wermacht con la llamada filas, más concretamente al Heer o ejército de tierra . Hasta aquí mi vida no se diferenciaría mucho de las de miles de jóvenes de la Alemania nazi. Pero yo siempre había sido digamos...especial. Desde muy pequeño había tenido una mente muy despierta, privilegiada, casi clarividente. Con la pubertad esas cualidades aumentaron cualitativa y cuantitativamente. Mis características no pasaron inadvertidas a mis superiores que lo hicieron constar en sus informes. Hasta que un día recibí un mensaje de la SS, más concretamente de su sección de " Studiengesellschaft für Geistesurgeschichte‚ Deutsches Ahnenerbe". O para que usted lo entienda "Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana”. Era una orden directa, relevándome inmediatamente de mi destino en Polonia y emplazándome en uno nuevo en un lugar secreto, en los Alpes austriacos, en el corazón del III Reich. Resulté ser lo que estaban buscando un Übermensch o superhombre. Yo era el ejemplar ario perfecto. Yo representaba la mente superior, de una raza superior y por lo tanto debía ser alejada de cualquier peligro. Tenía que ser preservada, estudiada. Así, junto con otros elegidos, fui inscrito en un programa científico ultrasecreto llamado SET. El viejo detuvo de súbito su relato. Un ataque de tos le sobrevino. Su pecho ladraba como si tuviera dentro una jauría de perros rabiosos. Orgaz se levantó, aún asimilando la historia, con el fin de asistir al hombre, que se debatía piafando como una bestia que se asfixia. El médico observó, que tras el sillón había una pequeña bombona de oxigeno medicinal. La tez del viejo tornó del blanco mortecino al violáceo cianótico. Tomó la mascarilla y se la aplicó sobre la Cara, girando con la otra mano, la llave que liberaba el gas. El oxigeno comenzó a entrar en sus pulmones difundiéndose por su sangre, haciendo que su ritmo cardiaco bajara poco a poco.
- Gracias... doctor, dijo el hombre cuando consiguió respirar con normalidad, apartando la
Mascarilla.
- No tiene por qué darlas.
Orgaz volvió a ver el destello azul. Intentó disimular su sorpresa. Pero estaba seguro, el brillo azul, no era ningún reflejo. El brillo, provenía de detrás de las gafas, de los ojos de el señor Hrubesch. Por primera vez en su vida entendió el concepto de la palabra Frío.
- Bien por dónde iba. ¡Ah! sí .Volvió a retomar el relato después de limpiarse un esputo amarillo- sanguinolento que le quedó colgando de la comisura del labio inferior, en otro pañuelo que sacó del batín de terciopelo azul marino.
En mi nuevo destino, en las instalaciones secretas ubicadas en lo más profundo del valle alpino, oculto a los ojos de resto del mundo, con un presupuesto ilimitado y lo que es más importante con la libertad absoluta para la experimentación, los cerebros más brillantes del III Reich hicieron unos descubrimientos que podrían haber cambiado el signo de la guerra y con el ello el del mundo. Pero lamentablemente, tanto usted como yo, sabemos que la ciencia necesita de otros ingredientes a parte de los recursos y el genio. Ese recurso al que refiero es el tiempo del que no pudieron disponer. La tan anunciada victoria final, no recaía como más tarde se supo, en la posible obtención de una bomba de hidrogeno o en la fabricación de aviones a reacción, ya que también se estaban investigando en esos campos, si no en un poder mucho mayor. El poder de la mente. En las instalaciones austriacas, se pretendía formar una elite aria de soldados, capaces de manipular síquicamente al enemigo. No me refiero solamente, desde el punto de vista del espionaje y así poder conocer sus planes, sino también a que se trabajaba en la transmutación mental. Si, ya sé que suena como si fueran los delirios de un viejo loco. Pero le aseguro que el proyecto estaba en su fase final, cuando a principios de 1945 tuvo que ser suspendido y las instalaciones desmanteladas. El III Reich se desmoronaba y el avance aliado era ya incontestable.
El doctor no pudo seguir en silencio e interrumpió, aquello que acababa de oír era una...solemne tontería.
- Perdone, señor Hrubesch pero permítame que sea cuanto menos, escéptico con su relato. ¿Quiere decir que los nazis consiguieron intercambiar mentes de un sujeto a otro? No creo que eso sea posible, en mi experiencia la mente es completamente inherente a cada individuo y por lo tanto, no tiene sentido que pueda albergarse en otro distinto. Lo que está usted sugiriendo está en contra de cualquier ley natural.
El viejo le miró directamente cambiando el rictus pasando de una sonrisa amable a una mueca lobuna que transmitía asco.
- Mire doctor, déjeme que aclare un punto. Toda nuestra sociedad hasta hace pocos años, ha y de algún modo sigue estando cimentada sobre creencias sobrenaturales, que llamamos religión. Es cierto que la ciencia va poco quitando capas a nuestra realidad, transformando en ciencia lo que antes era un misterio inexplicable. Por eso le digo que los límites del conocimiento, precisan de hombres con los arrestos suficientes para enfrentarse a estos, sin prejuicios. Esa misma característica es la que creí ver en usted. Aunque quizás no esté en lo cierto. Orgaz sintió que pisaba sobre un terreno cenagoso, que podía dar al traste con todo. Así que intentó contenerse y dejar terminar al anciano. De cualquier forma, pensó, lo que proponía, seguía pareciéndole una locura.
- No me malinterprete señor Hrubesch, lo he pretendido decir, que no dudo que los científicos nazis consiguieran llegar a doblegar, incluso controlar la mente de sujetos. Lo que me parece sorprendente es que pudieran, como usted ha dicho, transmutar la mente de una persona a otra distinta.
- No se moleste señor Orgaz, sé exactamente lo que ha querido decir. Pero no se preocupe, es un hombre de ciencia, que solo cree en lo que puede comprobar, no en la palabrería de un viejo moribundo. Y eso, habla bien de usted. Por eso le voy a dejar, una copia traducida del documento que ha visto en el banco. En él están descritos todos los experimentos y pruebas que necesitará para poder juzgar, si es posible o no, lo que le he contado. Continuó el hombre; había bajado el tono y la expresión de su rostro también se había suavizado. Pero antes quiero que tenga un pequeño anticipo tangible que le...digamos le predisponga. El viejo se llevó ambas manos a las gafas y se las quitó lentamente dejando al descubierto sus ojos. El fuego azul que desprendían, le atravesaron las retinas al doctor. No podía apartar su mirada de ellos, era como intentar detener una ola con los brazos, era... Imposible. La luz azul cabalgó sobre sus nervios ópticos hasta llegar al cerebro. Entonces el azul lo llenó todo. Sintió la quemazón del alcohol en una herida y por un momento el dolor fue insoportable, luego se fue diluyendo hasta ser sólo un pequeño latido en la base del cráneo.
Ta-ta-ta-ta La ametralladora tableteaba escupiendo su munición mortal. El olor a sangre y a barro lo impregnaba todo. En el horizonte se alzaban columnas de humo negro y más arriba en el cielo, los alaridos de los Stuka prometían su vomito de acero y fuego. Estaba paralizado por el miedo. Las balas silbaban sobre su cabeza. ¡Dios mío! ¿Qué era todo esto? Se levantó del agujero en la tierra, donde estaba arrellanado, mirándose. Llevaba puesto una guerrera gris manchada de barro, era un uniforme de infantería alemán. Tirado junto a él, el cuerpo de un chico, de no más de veinte años con la cabeza abierta como una sandia ,dejando desparramar los sesos aun humeantes, sobre un charco de sangre . ¡Dios mío qué era esta locura!
- ¡Erdung körper!, ¡Erdung körper dummkopf!
-¡Cuerpo a tierra! , ¡Cuerpo a tierra idiota!
Sintió un golpe en el pecho y después calor. Luego llegó el dolor, que le subía desde dentro, hasta la garganta con cada latido. El borbotón carmesí, manó de su boca en una arcada explosiva. Sintió como el mundo se desdibujaba, desenfocándose. Las piernas ya no le podían soportar. Lo siguiente que sintió, fue el calor de su sangre y el frio del suelo helado. No podía estar muerto, o sí. ¿Dónde estaba su cuerpo?
... Estaba sustentado en un nada negra e infinita, como flotando. Simplemente era un ser etéreo, sin materia; sólo pensamiento puro.
- Jojo, jojo . ¿Cómo está mi querido doctor? ¿Asustado? Jojo jojo No tema, sólo es un juego...de momento. Desde ese nuevo punto de vista, seguro que tendrá en mejor estima, el regalo que le estoy ofreciendo.
-¿Que me está haciendo? , ¿Qué quiere de mí?
- Bien, bien esa actitud me gusta más. Le seré franco. Sólo le pido una cosa, a cambio de ofrecerle todos los conocimientos de los que le he hablado, de solucionar sus problemas, de devolverle...su vida:
Que termine el trabajo que quedo incompleto, que culmine el proyecto SET. Me hago viejo y pronto mi cuerpo morirá. El proyecto debe culminarse; la orden debe de ser cumplida.
- ¿Pero, por que yo? , ¿Por qué ahora?
- Doctor, igual que una bacteria, adopta la condición de espora, cuando las condiciones no son favorables, los Übermensch hemos sabido esperar .El mundo gira cada vez más rápido. Las potencias nacen y mueren. Primero la URRS, pronto los EEUU. Primero el comunismo y su Perestroika. Pronto el capitalismo se autofagocitará en una crisis mundial semejante a la de 1929. Otras las sustituirán, China, India... Pero que todavía están en pañales. El vacío de poder, el desorden, que llegara a la vieja Europa; es nuestro caldo de cultivo ideal. El momento está llegando, pero el tiempo biológico se agota, por eso nuestras mentes deben perdurar.
-¿Quiere decir, que hay más como usted...?
- Sí, querido doctor, distribuidos estratégicamente alrededor del mundo, esperando.
- Pero, no sé si seré capaz de conseguir lo que usted desea.
-Jojo ,jojo. Lo conseguirá. Sé de su capacidad, de su genio no reconocido, además le tengo reservado un estimulante incentivo, que le hará esforzarse al máximo. Jojojo, si no lo consigue o su esfuerzo no es el esperado ,sus días acabaran en una institución mental....
La luz penetró en oscuridad vacua igual que un rayo en medio una noche huérfana de estrellas y de luna .Orgaz volvió a tener su forma corpórea. Estaba tumbado de lado, con las rodillas a la altura del pecho. Descansaba sobre una superficie mullida. Intentó ponerse de pie, pero apenas si consiguió moverse . Notó como no podía retener su propia saliva, que le caía de los labios, manchándolo a él y al suelo acolchado. Entonces lo comprendió. Una voz femenina, llego desde algún punto detrás
Diagnostico: Esquizofrenia Paranoide, Calificación: Muy Peligroso,
Tratamiento: Sedación Paliativa.
Pronóstico: Incurable,
Confinamiento: indefinido.
La voz se alejaba pero con un eco que le repetía una y otra vez "confinamiento indefinido.”.
“confinamiento indefinido".
Todo se volvió azul, profundamente azul con la risa del viejo de fondo burlándose de él...Jojojo....jojo.....jojojo. El escalofrió le recorrió la espalda con su dedo helado. Habían pasado quince años, pero aún lo recordaba perfectamente. Recordaba el miedo, la angustia, la impotencia. Recordaba su risa húmeda y malvada. Si hubiera podido, muchas veces, le habría gustado viajar en el tiempo, para sentarse a observar, como el viejo se ahogaba en sus propias flemas. Otras en las que hubiera gustado arrancar el cable del teléfono, aquella noche, para que no hubiera soñado. Pero la mayoría del tiempo, se sentía muy afortunado y de alguna forma agradecido. Si, trabajar a su sombra, era tan peligroso como nadar entre tiburones, pero gracias a él, había podido conocer y tener acceso a los misterios de la mente humana. Algo con lo que el resto mundo, aún soñaba. Faltaba poco, el proyecto estaba casi terminado. El huésped intermedio "aguantaba" satisfactoriamente, no cabía duda de que el viejo había elegido bien. Sólo quedaba dar el salto final, Set estaba listo. Entonces encontraría el reconocimiento que tan injustamente, le había sido negado.
-Bueno hay que ponerse a trabajar, dijo al despacho vacio.
Dejó la carpeta ajada sobre el escritorio y retomó el archivador rotulado SET. Antes de ir a dormir quería dar un último vistazo, repasar los cálculos una vez más. Nada debía descuidarse

Continuará 



Superstición, maldición y publicar un disco un día 13

Birmingham, Inglaterra.

Cuatro chavales graban un disco en dos días, con prontitud, riesgo y valentía. Un disco oscuro en concepto, denso en música y terrorífico en letras y una portada que cuando la ví por primera vez una década después de su lanzamiento al mercado, me encojió el pecho.
El impacto del vinilo donde se veía una mansión de aspecto abandonado, pero con vida en su interior. Una vida que probablemente no quisieras saber que existe, una vida que no tiene cuerpo, sino sombras..pero te atrae, te hipnotiza esa decadencia tenebrosa, otoñal, presagio del sueño eterno.

Y en primer plano, sin necesidad de manifestarse de otra manera, sin aspavientos, sin colorido, esperando pacientemente tu muerte para acompañarte en las oscuridades más terroríficas de tu alma, está Ella.

Vestida de luto solemne, ímplícito en su ser.
Esa enigmática fígura, ausente de candidez o bondad, esa criatura, de la que no puedes apartar la mirada, por muchas veces que pongas el disco y horas que pasen. Esa enfermiza obsesión que te va a acompañar toda tu vida, cada vez que enciendas la luz de tu habitación al entrar y sepas que estará allí, al fondo, quieta y esperando tu mano para llevarte a donde nunca debiste ir aquella tarde plomiza, cuando caminando en solitario y divagando sobre lo difuso de tu futuro, entraste en aquella finca de aspecto abandonado, pero no sin vida..





13 de Febrero de 1970.

Quizá muy influenciados por su depresiva ciudad, que en esa época y pese a ser una ciudad industrial, el paro iba sumando personas a pasos agigantados y el futuro se adivinaba duro, estos cuatro muchachos se atrevieron a grabar uno de los discos más decisivos, representativos y piedra filosofal hasta hoy día del rock duro.
Pese a ser ''vecinos'' de otras bandas más ''alegres'' como Deep Purple o Led Zeppelin, Black Sabbath inició un camino más ''alternativo'', tomando los fraseos de la música Blues americana de la que todos estaban bebiendo, pero bajando el tempo de las canciones a niveles subterráneos, infernales.





La famosa y trillada escala de Blues, contiene una nota, la 5ª bemol, ''prohibida'' o muy poco recomendable en la música sacra, por lo que los grandes compositores de la historia de la música, la evitaban a toda costa, hasta que llegaron Toni Lommi, guitarra, Geezer Butler bajista, Bill Ward y un tal Ozzy Osbourne que pretendía ''cantar'' y gritar toda la desesperación, tristeza y depresión que sacudía su corazón y el de la mayoría de chavales que como él, no veían una salida a la vida incierta que llevaban y lo que el futuro nada prometedor les ofrecía. Esta 5ª bemol se convirtió para ellos en su piedra filosofal, su sello identificativo, dejando de ser una ''nota de paso'', a acentuarla y convertirla en je gravitacional por el que discurrirían cientos de canciones hasta nuestros días.

Ritmos hipnóticos, casi asfixiantes, riffs de guitarra que transmiten maldad (recuerdo que estamos en 1970 y este estilo creó verdadero pánico entre las generaciones más veteranas, sobretodo, entre padres asustados, clero escandalizado y autoridades civiles que no sabían a ciencia cierta cómo tomarse todo lo que estaba pasando entre todos esos melenudos) con acordes afilados y solos de puro blues que encajaban a la perfección (claro, de ahí salía toda la música, del Blues) en cada canción.


La cuna de lo que hoy conocemos como ''Doom Metal'' es el primer disco de Black Sabbath. 7 (número místico) canciones pesadas, oscuras, que te atrapan entre guadañas, malos viajes de tu mente y desarrolos musicales ''paranoicos'', ''sangrientos'' y ''deshumanizados'' que quizá no sean las mejores compañías en un mal día o una noche de truenos..

The Wizard es la segunda canción, con intro de harmónica, a cargo del locuelo de Ozzy que desemboca en un riff inicial de guitarra que se transforma en un fraseo más heavy mezclado con el modo frigio ''by the face''. Porque así han salido muchas veces los mejores riifs de guitarra en estos estilos, improvisando ''by the face''.

El disco lo conforman un grupo de canciones del mismo estilo y contenido, pero diferentes en concepto y estructura. Quizá no sea su mejor disco, pero sí el pionero, ya que abrió un nuevo mundo de posibilidades musicales, creando un estilo que con el paso de los años parió un montón de subgéneros, teniendo su propio big bang roquero en la siguiente década, donde bandas noveles como Metallica, Exodus, Overkill y un largo etcétera supieron leer las miguitas que los Sabbath iban dejando por el camino en forma de discos y crear algo diferente. El Rock evolucionaba, se reinventaba a sí mismo y brotaba de él todo un árbol genealógico en estilos, géneros y subgénros, teniendo como origen de todos sus ''males'' la ansiedad pausada de Black Sabbath.

A modo de resúmen del contenido del disco, os dejo con una de mis favoritas, que junto con la primera del disco, siguen haciendo hoy en día en directo, 46 años después y sonando cada vez mejor, a pesar de los esfuerzos del gran Ozzy por hacerla bien. Ozzy es el mejor cantante de heavy metal que peor entona, esa es mi opinión cariñosa y desde el respeto, faltaría más.


No recuerdo quien dijo en una ocasión: ''a una isla desierta sólo me llevaría los cuatro primeros discos de Black Sabbath..''
Y no le faltaba razón, son cuatro pilares básicos donde se concentra todo lo que debes saber sobre el origen del Heavy Metal, amén de otras bandas como Judas Priest, por citar alguna.
Años de fama, gloria, excesos, idas y venidas de integrantes del grupo, ataques carnívoros del Madman a un desvalido murciélago y cien avatares más, pero siguen vivos, se conservan aceptablemente bin para su edad y siguen ofreciendo shows más que decentes.




Hay gente y hay locos. Hay quien de su locura hace su estilo de vida, provocando a la superchería, riéndose de las supersticiones y publicando un disco un día 13 en el año 1970.
Todo un riesgo, una jugada precipitada, un desafío al crupier de la mesa de juegos del mercado musical. Una apuesta a todo o nada, un quemar las naves porque no hay otra salida.

Una fecha hístórica para los que abrazamos tiempo después la religión de la 5ª bemol en vena y bebemos religiosamente sus riffs, como manda la santa madre Iglesia roquera.

Feliz cumpleaños Sabbathico!





Mantengo humildes mis orejas.