miércoles, 18 de marzo de 2015

Endless forms most beautiful

«Hay grandeza en esta visión de la vida, con todos sus diferentes poderes, en la que después de haber surgido originalmente como unas pocas formas o una sola, y mientras este planeta ha ido girando según la constante ley de la gravedad, infinitas formas tan bellas y maravillosas han evolucionado y siguen evolucionando desde un comienzo tan sencillo»
Charles Darwin: el origen de las especies.

El estracto de esta obra de 1859 fué lo que inspiró a Tuomas Holopainen la composición del octavo álbum de la banda finlandesa de metal sinfónico NIGHTWISH que será publicado el 27 de este mismo mes.



Endless forms most beautiful.

Ese es el nombre elegido para representar las once canciones compuestas para el álbum de los finlandeses, que una vez más nos traen una amalgama de recuerdos a nuestra imaginación como pocos pueden tener el poder de conseguir al llevarte de viaje a través de la música.

Es el disco menos ampuloso de la banda, si exceptuamos el primero, ya que fue más una buena maqueta que otra cosa. Pero no exento en ningún momento de los famosos arreglos orquestales que a fin de cuentas, es el sello característico del genio Holopainen. Solo que esta vez han querido ser un poco más directos, más rockeros, pero sin perder su esencia. El disco respira sonido 100% nightwish en todo momento.

El single seleccionado para representar el disco no viene exento de polémica, ya que al oirlo, se nos hace muy dácil seguirlo, es como si la hubiera grabado una banda de rock cualquiera. No muestra ''dificultades'' a la hora de cantar el estribillo, se pasa la canción casi al instante y te deja con un sabor de boca agridulce, esperas más sustancia, más pomposidad orquestal, pero tras unas cuantas escuchas se agradece el riesgo tomado. Lo ''fácil'' para Tuomas hubiera sido componer una segunda parte de ''Once'' y hubiera cumplido con creces, pero a la larga y tras asimilar la música, surgen las odiosas comparaciones y el disco hubiera sido vapuleado y el autor, esquilmado.

No por esto al disco le falta calidad, siempre he dicho que Tuomas es un Mozart del siglo XX y no me faltan razones. Un señor que es capaz de escribir una ópera-rock (sí, eso es cada disco de Nightwish) en cada lanzamiento comercial, capaz de escribir las partituras de sus canciones y además, escribir las partituras con los arreglos orquestales y que lo grabe la orquesta sinfónica de Londres, no está al alcance de cualquier mortal.

El disco comienza como no podía ser de otra forma, con trallazos como ''shoulder before the beautiful'' con una intro breve narrada por Richard Dawkins biólogo evolutivo. La fuerza de los arreglos orquestales entran como un ejército victorioso recogiendo los laureles del triunfo, el doble bombo de la batería se impone como una locomotora desbocada. Kai Hahto sustituye esta vez al eterno Jukka, ya que éste está tratándose sus problemas de insomnio y sinceramente, ha hecho tan bien su trabajo, que no lo he hechado en falta en ningún momento. Otra cosa será no ver su pañuelo en la cabeza cuando actuen en directo, pero eso son caprichos de fan. Aquí lo importante es el resultado final y lo ha cumplido con nota.


La segunda cancion es ''weak fantasy'' otro trallazo muy bien ambientado. Marco Hietala, vuelve a estar muy bien en las laboras de bajista y segunda voz y ya se va notando tambien la mano de Troy Donockley, multiinstrumentista especializado en instrumentos de viento como flauta y gaitas que ya les acompañaba desde el descomunal ''Imaginaerum''.


Le sigue el single Élan, inspirado en Walt Witman y habla sonre el viaje de la vida, algo que puede ser diferente para cada persona.
El estribillo se queda dentro de la oreja a la primera escucha y hasta el coro que suena por debajo se canta fácil

A continuación entra ''yours is an empty hope'' otro tema arrollador cantado a medias entre Marco y Floor Jansen (After Forever y Revamp) fichada para la banda al poco de iniciar la gira de Imaginaerum sustituyendo a Anette Olzon y se muestra en esta canción mucho más versátil, con registros operísticos, guturales, dándole a la canción lo que necesita en cada momento. Satisface.


La quinta canción es ''our decades in the sun'' y se podría considerar la balada del disco, aunque por cadencia en las partes más fuertes, se podría etiquetar hasta de ''doom''. No es una canción comercial, tiene unos acentos de batería y una selección de compases muy peculiar. Nightwish ejecuta cada compás de su música con precisión. finura, delicadeza, como debe ser. Este estilo se reconoce por la limpieza de ejecución de los músicos y no vale el dejar ningún cabo suelto.

''my walden'' tiene ese aire celta que nos puede retrotraer a ''I want my tears back'' del anterior disco, pero son sólo una referencias. La estructura de la canción es sencilla, con arreglos muy bien conseguidos y de nuevo muy buena conjunción de voces. Aquí se vuelve a apreciar el gran trabajo que ha hecho Troy en la canción. Mientras la banda va desarrollando la canción, Troy se encarga de usar el instrumento adecuado para darle color, entre flautas y gaitas anda el pillo.

La séptima canción es la que da título al disco ''endless forms most beautiful'' y no está puesta aquí por mera casualidad, el siete es un número mágico que tiene que ver con el amor universal, la expansión del universo. Aunque he de decir que no son los primeros en hacerlo. En cada disco de Steve Vai, la canción que ocupa el número siete, habla sobre el amor. La canción no es por eso lenta ni empalagosa, al contrario, es un golpe roquero al más puro estilo Nightwish, con un riff de guitarra pleno, rotundo y el estribillo habla claramente del significado, no deja lugar a dudas; la maravilla de la creación y la consciencia del ser humano de poder formar parte de eso.





Le sigue ''edema ruh'' con una melodía de teclado muy típica de Tuomas, entra la banda, un par de compases y empieza a cantar Floor con delicadeza sobre una base de caja de ritmos y en la segunda parte de la estrofa entra con fuerza la banda. Otro estribillo con mucho potencial de ser coreado por miles de gargantas y acompañado de mecheros. Tambien destaca aquí Emppu, el guitarrista y no por hacer un solo espectacular, sino todo lo contrario, sonando ''añejo'' a la antigua usanza, casi blusero. Ya anunció que para este disco quería sonar más sencillo, más roquero, menos ''metálico''.

''Alpenglow'' la novena canción, se nos presenta con unos buenos riffs orquestales y unos pasajes en las estrofas dignos de ambientar cualquier película de Alfred Hitchcock pero sólo esa parte, jeje..
Luego el estribillo va a su sitio y volvemos a descubrir a Marco arropando a Floor con la voz. Un nuevo solo de flauta a cargo de Troy, unos violines llevando la parte suave de la canción donde La gran Floor nos muestra un poco de la belleza de su voz y un final muy orquestal, tambien muy típico de Mr. Holopainen.

''The eyes of Sharbat Gula'' es la canción número diez, instrumental, sobre un piano que va marcando esas tristes notas sobre una cadencia menor y un ritmo constante, sosegado, marcado por unos tambores bien pautados. Se oye algún coro de Marco Y como no podía ser de otra manera, un coro infantil repitiendo la figura del piano y a cada vuelta se añade un instrumento arropando las delicadas voces..

Podrían haber acabado así este buen álbum y dedicarse a hacer giras y vivir de él cinco o seis años, tal y como nos tienen acostumbrados otras estrellas de la música, pero Tuomas en este sentido es muy generoso y nos deja para acabar un tema de 24 minutos de duración. Todo un resumen de la historia del unverso visto desde el punto de vista de una banda de metal sinfónico.

''The greatest show on earth'' es esta obra dentro de una obra que es el conjunto del total del disco. Algo muy condensado para meter millones de años de evolución en 24 minutos.
Hay partes para todos los gustos, desde el suave inicio a cargo de Tuomas y sus arreglos a las teclas hasta una voz operística a cargo de Floor, que aunque en el disco está comedida, tiene sus momentos de '' aquí estoy yo!!''
El doble bombo de la batería vuelve a galopar a lo largo de la canción en los momentos más álgidos, dándole ese sello tan característico que necesita la música de tintes épicos. De estos 24 minutos, cualquier otra banda huniera sacado un disco doble, tal es la variedad, pero la grandeza de estos chicos reside en su profesionalidad a la hora de poner en práctica cualquier idea que se le pasa por la cabeza al genio de Tuomas.







No es un disco fácil y sinceramente, así me gusta que sea. No han caido en la comodidad y han dado un pasito en su propia evolución. No debe ser ser tarea fácil componer durante ocho discos para tres cantantes diferentes y que suene bien. Dirán que no es el mejor disco de la banda, dirán que se se han repetido en la composición, que esta canción le parece a aquella otra, bla bla...

Son NIGHTWISH, la mejor banda de metal sinfónico. Para mí, claro.




Mantengo humildes mis orejas.





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