No es como debería ser.
La realidad no es como nos dijeron que iba a ser.
No es como fue, no es como será mañana.
La realidad que nos rodea, es como es.
Y podríamos pensar, que la aceptación de lo obvio es resignarse y dejar de luchar.
Pero no, para avanzar, para seguir el camino, debemos ser conscientes de lo que nos rodea, de la realidad de nuestra vida.
Quitar espejismos y centrarnos en la lucha de lo que verdaderamente importa, LA REALIDAD.
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