Arde la frente
late corazón
llora sudor la piel,
que ya no tarda en llegar,
que falta más poco que nada.
La tierra gira a tu favor
la aguja se retuerce en el reloj
la arena cae
la sombra crece
la noche se acerca.
Los zapatos sueñan con barro,
el barro con huellas,
las huellas con ser camino.
Escupe la mentira
y limpia tu alma.
Escúpemela a la cara
vacía cuerpo de su pestilencia,
que te hiede la boca
y de fiebre te brillan los ojos.
¡Dila cobarde!
Grítala,
déjala salir de tu cuerpo
y hazla carne,
pues siendo secreto
te está pudriendo
por dentro.
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